Muerte en un país extraño, la segunda novela protagonizada por el comisario Brunetti después de Muerte en La Fenice, arranca con la aparición de un cuerpo en un canal veneciano. El cadáver es el de un ciudadano americano, el sargento Foster de la base militar de Vicenza, y no de un simple turista. Será Brunetti, resistiendo a presiones superiores debidas a razones políticas, quien llega a relacionar esta muerte con una trama controlada por el gobierno italiano, el ejército americano y la mafia.