Una mujer acaba de perder a su marido y vela el cadáver durante la noche. Sobre la mesilla hay un libro;la Biblia; que la esposa hojea, leyendo los párrafos subrayados por el hombre que se ha ido para siempre. Una oleada de recuerdos le viene a la mente y empieza un lento desordenado monólogo en el que la vida pugna para hacerse real otra vez.