El inspector Wallander regresa de sus vacaciones Y empieza a acusar un extraño agotamiento. Cuando va al médico, se lleva un buen susto. Para colmo, Svedberg, uno de sus colegas, no aparece a su vuelta de las vacaciones, y una madre presiona a los agentes para que busquen a su hija. Wallander no puede ni imaginar las incógnitas que le presentará este caso... ni los sangrientos crímenes que deberá resolver.