Se llama Maya, tiene diecinueve años, ha logrado situarse en el lugar menos apropiado en el peor momento y está en peligro. Su abuela la ha exiliado a una remota isla al sur del mundo, donde la lluvia lo vuelve todo fértil y las casas están pintadas de colores. Allí Maya podrá rememorar su paso por el infierno, cuando las `fuerzas catastróficas de la naturaleza` le nublaron el entendimiento y la arrastraron al infierno de las drogas y la prostitución...