Con una mezcla de melancolía y desasosiego, Toru recuerda a Naoko, la novia de su mejor y único amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste distanció a Toru y a Naoko durante un año, hasta que se reencontraron e iniciaron una relación íntima. Sin embargo, la aparición de otra mujer en la vida de Toru le lleva a experimentar el deslumbramiento y el desengaño allí donde todo debería cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte