Bécquer propone, como prosista, estas breves narraciones a las que imprime el sello de su microcosmos personal y la impronta identificadora de su lenguaje poético. Las Leyendas, imbuidas del espíritu romántico y de elementos fantásticos y misteriosos, fueron publicadas, muchas de ellas por entregas, entre 1858 y 1864 en diversos periódicos madrileños.