El fuego nunca se apaga, a modo de diario personal, es el relato del proceso de autodescubrimiento y madurez de ND Stevenson desde los 19 a los 27 años. Con una mezcla del humor, vulnerabilidad y sentido común que definen tanto su personalidad como su obra creativa, Stevenson ilustra los pequeños y grandes momentos de su vida, su salida del armario, su historia de amor y su proceso terapéutico hacia el equilibrio emocional, así como su crecimiento creativo desde la escuela de arte hasta su triunfo profesional como finalista del Premio Nacional del Libro de Estados Unidos con Nimona.