Frankie Parsons es un adolescente sensible y con talento que vive permanentemente preocupado por una serie de cuestiones que le atormentan, un catálogo de ansiedades que comparte con su madre todas las noches a las diez, antes de acostarse. Y parece que solo ella le escucha y le toma en serio. Sin embargo, es precisamente su madre quien más le preocupa, y a ella no se atreve a preguntarle qué le pasa. En esta situación se encuentra Frankie cuando llega a su escuela una chica nueva, Sidney, tan atractiva y extravagante que provocará un vuelco en su vida. La pregunta de las diez de la noche nos presenta a un personaje memorable, y una relación madre e hijo que habla de la importancia de comunicarse con nuestros seres más queridos. Y es que, al final, la vida puede ser bella aunque no sea perfecta.