Con solo diez años Liza Barton disparó y mató a su madre al intentar protegerla de la violencia de su padrastro. Aunque fue declarada inocente, mucha gente la consideró culpable de asesinato.
Veinticuatro años más tarde Liza ha cambiado de nombre y de vida. Ahora se llama Celia, es una diseñadora de éxito en Manhattan, está felizmente casada, tiene un hijo pequeño y nadie conoce su verdadera historia. Pero un día su marido le hace un regalo sorpresa y su pasado irrumpe tumultuosamente: le ha comprado la misma casa en el campo donde murió su madre.